Las estrellas de cine y televisión llevan una vida aparentemente perfecta, idealizada y envidiada por muchos, ya que parecen tenerlo todo. Son ricos, famosos, populares, atractivos… Es la vida que cualquiera querría, pudiéndose dedicar además a algo que disfrutan y que les permite darse a conocer. Sin embargo, ese éxito también es un arma de doble filo, porque en muchas ocasiones supone una tortura, más que un premio. Y es que cuando llegas a la cima tan pronto y te ves con tanto dinero, con tanto poder, es lógico que la cabeza se te pueda ir por momentos. Esto tiene desastrosas consecuencias, como hemos comprobado en tantos y tantos casos. Adicciones, problemas mentales, malas decisiones… La exposición que tienen estos personajes famosos, normalmente actores muy jóvenes, es brutal. Y en una sociedad como esta, tan políticamente correcta, ellos deben dar ejemplo y convertirse en personas perfectas, sin tacha ni mácula. Algo que, como ya hemos comprobado, es imposible.
Los actores y actrices famosos son también carne de terapia, y es habitual que tenga muchos problemas para sobrellevar esa fama, ese trabajo tan complejo que tienen. Ellos mismos deben hacer un trabajo brutal para entrar en la mente de sus personajes, y es que algo siempre se queda ahí, después del trabajo tan duro que hacen. A veces esto puede llevar a sufrir problemas emocionales o incluso mentales, derivados de situaciones límite. Hasta no hace tanto, esto parecía un tabú del que no se podía hablar. Sin embargo, cada vez son más las celebrities que están mostrándose vulnerables en este sentido, y aceptando que necesitan ayuda profesional. De hecho, el estigma de ir al psicólogo o al psiquiatra ya está desapareciendo, por fortuna, y es algo cada vez más habitual recurrir a terapia. Todos tenemos unas necesidades sociales y emocionales que cubrir, y si no logramos gestionarlas, podemos acabar en lugares muy oscuros. Aquello fue lo que ocurrió con la actriz Allison Mack, conocida por su papel de Chloe Sullivan en Smalville. La joven comenzó actuando cuando era tan solo una niña y obtuvo la fama mundial gracias a esta serie, con apenas 18 años. Poco después ingresó a un supuesto grupo de empoderamiento llamado Nxivm, que resultaría ser una secta sexual.
Famosa por Smalville
Mack obtuvo el papel de Chloe Sullivan, la mejor amiga del joven Clark Kent, en la serie Smallville. Corría el año 2001 y aquel sería su primer papel importante en la televisión, aunque la joven, con tan solo 18 años, ya podía presumir de haber grabado varias películas y series de televisión. Aquel rol, sin embargo, cambiaría para siempre su destino. Durante 10 temporadas se convirtió en un rostro habitual de la televisión, y aprovechó también para llevar a cabo algunos proyectos como películas animadas. Mack siempre daría la imagen de chica algo retraída y adorable, como su personaje en Smallville. Sin embargo, cuando la serie terminó en 2011, su futuro quedó un poco en el aire. Fue ahí cuando empezaron los problemas, al conocer al gurú Keith Raniere.
Nxivm, un grupo muy sospechoso
Raniere había fundado en 1998 un grupo conocido como Nxivm, que se describía como una plataforma para el empoderamiento de las personas. A través de diferentes cursos, destinados sobre todo a ejecutivos, este grupo consiguió atraer a miles de personas a sus redes. De hecho, durante las casi dos décadas en las que Nxivm estuvo en funcionamiento, muchas celebridades también se acercaron a probar estos métodos de coaching supuestamente vanguardistas. El grupo no era más que uno de tantos que funcionan en Estados Unidos, de opacas intenciones, y ya a finales de los años 2010 muchos lo calificaron como secta. Sin embargo, aquellas informaciones quedaron como simples rumores, mientras Raniere y sus acólitos, entre ellos Mack, seguían ofreciendo supuestas alternativas empoderadoras a los que siguieran sus cursos.
La relación de la actriz con el gurú de este grupo fue de total entrega y admiración. Mack venía en Raniere a una especie de mesías, carismático y amable. Como tantas otras personas, también cayó en la trampa de este gurú, que había convertido su grupo de coaching en algo mucho más perverso. La diferencia es que Mack era una mujer muy reconocida y podía reclutar a otros actores y actrices famosos. La repercusión era muy importante para Raniere, especialmente cuando se trataba de personas con tanta relevancia y poder. Es por ello que el líder introdujo a Mack dentro de su círculo más cercano, para poder contralarla mejor y manipularla de cara a conseguir a otros famosos y personas reconocidas para el grupo. Así se mantuvo todo, durante varios años, hasta que Raniere fue detenido en marzo de 2018, y la basura comenzó a salir a la luz.
Una secta con tintes sexuales
Según se ha sabido posteriormente, gracias a la investigación policía, el grupo Nxivm funcionaba, al menos en parte, como una especie de culto sectario en torno a Raniere. De hecho, los indicios apuntaban a que dentro de esta organización existía un grupo especial, privado y secreto, formado solo por los más cercanos al líder. Es ahí donde se introdujo a Mack en ese círculo de confianza, para que llevar a cabo contactos con otros famosos y conseguir así mayor repercusión para la organización. Sin embargo, muchos testimonios comenzaron a levantarse en contra de Nxivm, de personas que habían formado parte de ella pero se habían marchado, al conocer ciertos datos. Por ejemplo, se dice que muchas mujeres eran marcadas como si de ganado se tratara, en una zona cercana al pubis.
La cosa no quedaba ahí. Se acusó a Raniere de obligar a muchas mujeres a tener relaciones sexuales con él, a cambio de seguir ascendiendo dentro de la jerarquía del grupo. Se tomaban fotos comprometidas de aquellas chicas para chantajearlas en caso de que quisieran hablar, y se las obligaba a realizar todo tipo de tareas vergonzantes. La detención de Raniere se produjo en Puerto Vallarta, México, y fue posteriormente trasladado a Nueva York. A los pocos días, el fiscal también acusó a Allison Mack de formar parte del círculo cercano de Raniere, y ayudarle a cometer sus crímenes, por los que se le pedían más de 120 años de prisión. Mack, un año después de ser detenida y acusada, se declaró culpable de los delitos de los que se le acusaban, entre ellos tráfico sexual.
Qué ha pasado con esta actriz
Como es obvio, la noticia saltó a todos los noticieros. Aunque Mack ya llevaba tiempo fuera del foco mediático, al haber terminado su serie más conocido años atrás, todos la recordaban aún como la pizpireta Chloe Sullivan. Los medios se hicieron eco de su participación en esta peligrosa secta sexual, y señalaron que la actriz había colaborado activamente a la hora de reclutar a mujeres para que se acostasen con Raniere. Al declararse culpable, Mack aceptó una pena de tres años de prisión, que todavía cumple, además de aprovechar para pedir disculpas a las víctimas. Se mostró arrepentida de la confianza depositada en Mack y apunto a que él había sido, realmente, el artífice de todo, engañando a los demás.